jueves, 3 de marzo de 2011

LA VERDAD DE LAS LECHES DE FÓRMULA

Desde que tuve a mi hija, desde que se me hizo la vida imposible para q le metiese un biberón tras otro (ya desde el hospital con las enfermeras y siguiendo en casa con mi familia), desde que acepté que era una ignorante en el tema de dar de mamar a un bebé, aunque pensé que lo sabía todo, me interesé por el mundo de la lactancia materna y porqué no, de la lactancia artificial. Al fín y al cabo, de todo hay que saber.
Yo dí lactancia mixta desde que nació mi hija. Tras un primer biberón no quiso más pecho, pero insistiendo conseguí tras un día entero que volviese a chupar su teta. Le daba pecho y después, biberón. Siempre quise quitar los biberones pero a una recién parida, con sus fluctuaciones hormonales se la come la cabeza muy fácil, y si no tienes apoyo, más.
Empecé pensando que debido a mi profesión, veterinaria, en la que veo que todas las hembras mamíferas dan de mamar a sus cachorros, y con éxito (teniendo en cuenta algunas limitaciones, claro está, cómo el caso de las perras que no podrían dar de mamar a 20 cachorros pero por falta de tetas, no de leche), yo en su día no me dí cuenta de lo que me sucedía, de que verdaderamente me creí lo de que "algunas madres no tienen leche" o que "la leche de algunas madres es muy mala" que me decían en mi familia. No me dí cuenta de que no me creí a mi madre cuándo me decía que si me bañaba con la regla, ésta se cortaba, o que no se podía hacer mayonesa cuándo una mujer tiene la regla. Pero lo referente a dar el pecho sí me lo creí, ya que es muy cómodo creerlo y achacar tu poca paciencia o tu ignorancia a "la falta de leche". Me lo creí hasta que estudié.
Pero no voy a hablar de ésto anterior. Voy a hablar de lo que dice la gente de que alimentar a un bebé con leche de fórmula es igual que con pecho, de que se crían igual o incluso mejor, de que crecen muy sanos, ...... Por mi profesión, otra vez, empecé a pensar que si yo sabía lo que había con la leche de vaca, las leches de fórmula seguro que no eran tan inocuas cómo nos hacen pensar. De hecho, yo desde hace 10 años no tomo lácteos debido a mi alergia a las proteínas de la leche de vaca, pero es que cada vez estoy más contenta de no tomarla, y mi hija ahora apenas toma leche de vaca con 2 años, porque considero que ni la necesita, y que crecerá más sana sin ella. No se la he quitado del todo porque lo que tampoco quiero es que se vuelva intolerante, pero ya os cuento que toma muy poco.
He encontrado este artículo en un blog que resume prefectamente todo lo que quería contar aquí y lo que yo siento, con estudios que demuestran muchas cosas interesantes y a la vez, por qué no decirlo así, escalofriantes.

http://www.tenemostetas.com/2010/11/los-ingredientes-de-la-leche-de-formula.html

Os aconsejo que os toméis un ratito de vuestro tiempo para leer el artículo y los estudios relacionados. A mí el que más me ha impactado es el que os llevará cuándo pinchéis el enlace del párrafo: La periodista británica Ann Sinnot publicó recientemente un libro, donde anexa un escalofriante análisis sobre los ingredientes, aditivos y contaminantes que pueden incluir las distintas leches de fórmula, cumpliendo con la legislación establecida por la Unión Europea.
Y después, que reflexionéis sobre qué alimentación les queréis dar a vuestros futuros hijos e hijas, porque yo ya lo he decidido: mi proximo bebé, que si Dios quiere nacerá en poco más de 6 meses, chupará sólo teta, teta y más teta, que mami sabe lo que come y además, ya sabe dónde puede pedir la ayuda que necesitará.

1 comentario:

Anónimo dijo...

verás como tu bebé tomará teta hasta que se jarte ;)

genial el artículo